6 FEBRERO: 1ª Crónicas 29:13-14
Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre.
Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.
>>>Me gustan mucho estos dos versículos, primero comienzan con una alabanza al Nombre del Señor, para luego verse que no son merecedores de dársela. Ellos dicen: ¿Quién soy yo para poder ofrecerte algo Señor?
Esta, es una buena reflexión que deberíamos hacernos ¿Quiénes somos nosotros para poder traer algo delante de Dios? Somos personas que nos equivocamos, que pecamos; humanos, que estamos muy lejos de su Gloria.
Pero gracias a Dios, su amor nos alcanza, la Biblia dice en Romanos 5:8: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
>Ese fue su amor demostrado para con nosotros, no porque fuésemos buenos, o porque Él estuviese obligado a hacerlo, sino por su misericordia.
Una vez más vemos que no merecemos nada, es puro amor de Dios. Pero aún Él hace algo más, Juan 1:11-13 dice:
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
No mereciendo nada, nos ha puesto en un lugar privilegiado ¿No es esto un motivo más para dar gracias?
Muchas veces pensamos que damos para Dios, e incluso a veces pensamos cuanto darle de nuestro dinero, de nuestro tiempo, de nosotros mismos de nuestras posesiones.
¡Que equivocados estamos! Todo lo que tenemos le pertenece, todo es suyo y todo lo hemos recibido de Él, incluso la vida. El merece lo mejor y si se lo das le estarás entregando algo que ya es suyo
¿Se lo darás? Te invito a que lo hagas hoy. Dios te bendiga, eres suyo. Amén