24 FEBRERO: Proverbios 19:17
A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha
hecho, se lo volverá a pagar.
>>>Recuerdo hace años, que alguien me comentó,
que un día fue a sacar dinero del banco en un cajero automático. Este hombre, fue con sus hijos; que al ver
como aquella máquina sacaba billetes, no paraban de decir: ¡papá, papá saca
más, saca más! El hombre se reía, ya que para sus hijos era algo maravilloso,
pero él sabía claramente que el dinero que el cajero sacaba, era porque el
previamente él, lo había ingresado.
Esto parece algo obvio, y en la vida espiritual funciona exactamente
igual, no podemos sacar de donde no hemos metido. Si no estudiamos la Biblia,
no podemos conocerla, si no oramos, no obtendremos las fuerzas necesarias.
Mateo 6:20 nos invita a hacernos tesoros en el cielo: sino
haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde
ladrones no minan ni hurtan.
Pero, ¿Cómo metemos saldo en el banco de Dios? Dando al
necesitado y cubriendo su necesidad, sea económica o de otro tipo.
Este Banco no está en crisis y da muy buen interés,
además está garantizado el deposito por Dios mismo.
¿Qué más podemos pedir? Invierte en el Banco de Dios.
Colosenses 3:23-24 dice: Y todo lo que hagáis, hacedlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres;
sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la
herencia, porque a Cristo el Señor servís.
>Ahora es tiempo de invertir. ¿lo harás? Dios te
bendiga. Amén.
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