2 FEBRERO: Hebreos 12:12-13
Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas
paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se
salga del camino, sino que sea sanado.
>>> Aquí tenemos un claro llamado a levantad las
manos caídas y las rodillas paralizadas ¿por qué?
Porque son muchos los motivos que nos pueden llevar a ese
estado. Si leemos el contexto bíblico, vemos que se nos habla de la disciplina.
Cuando estamos siendo disciplinados por el Señor, podemos llegar a
desanimarnos, sobre todo, cuando vemos que las cosas no nos salen como nosotros
queríamos ya que Dios las controla y no lo permite con el fin de enseñarnos
algo.
A veces nos disgustamos, a veces dejamos de seguir
luchando por las cosas de Dios y hacer lo correcto, porque pensamos que Dios
está demasiado enfadado con nosotros.
Todos sabemos que a Dios no le gusta que pequemos y que
nos desviemos de sus caminos, pero lejos de ser un Dios cruel, y no tener
misericordia de nosotros, Él utiliza circunstancias situaciones y personas,
para corregirnos, para despertarnos, porque Él desea nuestro bien. Si estamos
faltos de fuerzas, con las manos caídas y las rodillas paralizadas por todo lo
que nos ha pasado, hoy es el día volver a sus caminos.
Proponte hacer esa senda de nuevo derecha y bien marcada,
esa senda de las que no podamos salirnos, ni nosotros, ni los que nos acompañan
en la vida, para que todos seamos sanados y restaurados.
¿Estás seguro que tus manos no están caídas ni tus
rodillas no están paralizadas ni siquiera un poquito?
Analiza que puede hacer fallado y haz que tu senda este
derecha, firme y fiel para el Señor. Eres un siervo de Cristo y no te dejes
engañar por el enemigo de nuestras almas, ya que tú le importas a Dios y Él
siempre desea lo mejor para tí. Dios te bendiga. ¡Que tengas un buen día! Amén