Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
-Aprovechando bien el tiempo:
Pensando en este versículo, me venía a la mente una batería, la cual una vez cargada, sabemos que tenemos unas horas para gastarla antes que se descargue y hacía una analogía con mi propia vida. Mi vida aquí en la tierra tiene un tiempo limitado y después se acabará. ¿Cómo estoy gastando “mi propia batería”?
Soy consciente que un día se acabará aquí y estaré con el Señor, pero ¿Estoy realmente aprovechando bien el tiempo?
Alguien me dijo que fue novio de una chica por algún tiempo, pero que después de conocerla mejor, decidieron romper el noviazgo y no casarse. Esta persona dijo: ese tiempo fue perdido, ya que al final no voy a compartir mi vida con esa persona. En cierto sentido era verdad: habían hecho proyectos y planes juntos que al final no se realizarían, por lo que realmente fue un tiempo perdido y así sucede en muchas cosas y situaciones de nuestra propia vida.
Me gusta la afirmación del versículo cuando dice: No seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. La clave es aprovechar bien el tiempo con la guía y ayuda del Señor y para eso y valga la redundancia tenemos que tener tiempo con Él. Aprovechemos bien el tiempo y seamos diligentes como dice Romanos 12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.
¿Quieres aprovechar bien tu tiempo? Ponlo en las manos del Señor y haz tu parte. Dios te bendiga. Amén.
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