Devocional 25 Septiembre - Hechos 9:10-18 Audiodevocional

25 Septiembre - Hechos 9:10-18

Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,  y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre. El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.

-La obediencia tiene resultados:

Si pensamos en la frase heme aquí, casi todos pensamos en 1ªSamuel 3, cuando Samuel fue despertado en medio de la noche. Aquí tenemos a otra persona que cuando el Señor le llama se pone a su servicio con la misma frase heme aquí. Pero ¿A dónde nos puede conducir esta frase? Primeramente a una situación que puede parecernos realmente complicada o difícil para nosotros y después a ver la mano de Dios. Cuando el Señor le dio las ordenes a Ananías, éste sabía bien quién era Saulo de Tarso y su forma de tratar a los cristianos. El pregunta al Señor ¿Seguro que es éste que ha hecho y hace tanto mal? Dios le dio la confirmación. Ahora Ananías tenía que hacer su parte, ir.

Él, con mayor o menor temor, respondió al llamado y fue y podemos ver que el resultado fue maravilloso.

Yo me he propuesto en este día decirle al Señor heme aquí, pero soy sincero y no sé dónde me llevará esta decisión.

Amó al Señor y Él merece lo mejor de mí aunque yo no entienda dónde o por qué me lleva, sé que como en el texto Dios va a ser glorificado. Y tú ¿Estás dispuesto a decir hoy heme aquí? Dios te bendiga. Amén

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