7 Septiembre - Hechos 5:38-39
Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.
-Luchando contra Dios.
¿Se puede luchar contra Dios?
La respuesta es sí, pero hay dos cuestiones: Podemos hacerlo como Jacob en Génesis 32:22-32 en el que podemos destacar el versículo 28 que dice: Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Otro caso, sería como Pablo en Hechos 26:14-18 y en el que podemos leer en el versículo 14 que dice: Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
Vemos que hay una diferencia significativa entre Jacob y Pablo, así como con el sumo sacerdote de hoy.
Podemos luchar hasta obtener la bendición de Dios, pero hemos de tener cuidado, no sea que nos hallemos como Pablo o el concilio que en su afán de obrar bien, estaban luchando contra Dios.
Tal y como dice Romanos 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Luego lo queramos o no, para saber la voluntad de Dios, hemos de silenciar nuestro propio deseo y voluntad para rendirlo al Señor.
¿Estas dispuesto? Recuerda la obra de Dios no se puede destruir, por lo que puede ser que tengas que cambiar tu pensamiento y forma de actuar para que no vayas en contra de lo que Dios quiere para ti y lo que te rodea. Dios te bendiga. Amén.
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